No es fácil encontrar libros en los que quede reflejado el proceso de la investigación en las ciencias humanas. A partir de experimentos inteligentemente diseñados, Dan Ariely demuestra que se pueden crear situaciones de las que se pueden extraer consecuencias, y por tanto, conocimiento, en el campo de la psicología del consumo, que afecta tanto a la economía como a la psicología. De ahí que las conclusiones sobre la naturaleza humana a las que llega, se basen en una concepción de la psicología experimental tan rigurosa como original. A la luz de los experimentos de Ariely, podrá cuestionarse con sólidos argumentos, la consideración despectiva de las ciencias humanas, pese a la complejidad de su objeto de estudio: la conducta humana.